ASTRID Y GASTÓN - LA DUPLA PERFECTA
Innovaron la cocina peruana creando espacios para revalorar nuestra historia y uniendo cocineros de tendencia con los de costumbre:
Gastón Acurio
viajo a estudiar Cocina en Le Cordon Bleu, París, donde conoció a la que sería
su esposa, Astrid. Con el gran sueño de aplicar todo lo aprendido, juntos
viajaron al Perú a inaugurar su primer restaurante en 1994, Miraflores. Poco a
poco ese sueño se transformó en una misión importante: crear una cocina que
pudiera mezclar las tendencias gastronómicas con la diversidad que
caracteriza a la cocina peruana.
El restaurante en la actualidad se encuentra en la Casa “Moreyra", una antigua hacienda patrimonial del siglo XVII ubicada en San Isidro y la transformaron en un centro de gastronomía moderno con espacios que transmitieran nuevas experiencias como: “El restaurante”, se ofrece el menú degustación que nos cuenta una historia basada en nuestra cultura, "El Edén”, jardín botánico donde trabajan ingenieros agrónomos, “El patio”, se realiza un programa de integración al adulto mayor y “El taller”, centro de investigación culinaria.
Algunos de los platos que nos ofrecen son: “La Causa de Carabineros”, “Chaufa Paruro” y el “Sudado de lubina”. La presentación de cada plato está acompañada de una vajilla diseñada según el tema gastronómico de la cultura elegida. Además, los mozos brindan una excelente atención, ofreciendo detalles y el valor nutricional de cada plato. Y esto debido a que muchos de ellos han recibido su formación en la “Escuela de Mozos de Pachacútec” fundada por Gastón Acurio.
Más allá de solo preocuparse en ofrecer el mejor servicio y los platos más representativos, ellos tenían la visión de unir a los peruanos en la cocina. Un claro ejemplo fue el acercamiento que tuvieron con los agricultores y pescadores, un trato directo con ellos les permitía otorgarles trabajo seguro, y obtener los insumos a un precio justo. Además de unir a cocineros con tendencias modernas y cocineros de tradición.
Gracias a estos aportes mejoro la calidad de vida de muchos agricultores y pescadores, además la fusión de cocineros, permite que se siga manteniendo la diversidad de nuestra comida y cultura. Ahora entiendo porque en el año 2013 ocuparon el 1er lugar en la premiación de los “50 mejores restaurantes de Latinoamérica”, y es que no hay duda, Astrid y Gastón no solo buscan ganar más reconocimientos, sino enseñarle al mundo que no se trata de rechazar nuestras diferencias, al contrario, se trata de integrar: nuestras costumbres, ingredientes peruanos, y las nuevas tendencias gastronómicas
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